Camino hacia
algo que semeja slot machines con enormes pantallas o videojuegos. Una persona de quien sólo
distingo la silueta me da una ficha redonda, como moneda de madera. “Es para su
bebida”, me dice.
Con la
ficha me dirijo hacia el bar. El cantinero me explica: “Con esa ficha
usted tiene derecho a cerveza o vino”. Una persona sentada a la barra me
aconseja pedir un six de cervezas o una botella completa. “Si solo pides una cerveza o una copa ya no te dan más”.
Lo que pasa
después no sucede o no me acuerdo. Habrá que seguir viviendo o seguir soñando.