Hace unas semanas murió Warren, abuelito de Rebecca, papá de Juanita. Conocí a Warren en una de las muchas fiestas que Max y Juanita hacen en su casa. Teníamos como interés común la agricultura.
Warren cultivaba melones. Como buen agricultor, le gustaba cruzar variedades de melones para obtener alguno con las características que a él le gustaban. Algunos de un verde claro muy dulces, otros muy amarillos y medianos de tamaño, en fin, una gama de variedades muy amplia.
Warren, a diferencia de la mayoría de la gente que vive en este país, tenía un sentido de humor muy festivo. Siempre hacía bromas y contaba chistes. Daba gusto platicar con él.
Aunque yo sé que después de la muerte no hay nada, no hay cielo ni infierno, creo que la gente que muere de algún modo se mantiene viva gracias a nuestra imaginación y recuerdos. Warren anda por ahí obteniendo nuevas variedades de melones y claro… cortejando a alguna muchacha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario