sábado, 28 de abril de 2012

El Café Gold

La señora se levantó de su asiento y narró a toda esa gente ahí reunida que su cáncer era terminal, que los médicos ya no daban esperanzas por ella. Pero desde que empezó a tomar café Gold está casi curada. Su enfermedad está a punto de desaparecer.

Eso me lo dijo Humberto, que por fin fue a una de esas reuniones a la que constantemente nos invitan.
“Es un fraude”, me dijo. Sí, concedí. No creo en esos “productor milagro” que supuestamente lo curan todo, le dije.

Luego otro señor narró que estaba enfermo de diabetes, pero tomando Café Gold está ya curado, me seguía contando Humberto. Y recordé una escena de esa película de la época de oro del cine mexicano en que un vendedor da a tomar de una medicina milagrosa a un supuesto enfermo y éste se cura inmediatamente. Obviamente el “enfermo” estaba en complicidad con el vendedor. 

“Es un fraude” repitió Humberto mostrándome uno de los paquetes que había comprado. Lo venden en varios sabores, me dijo, “Latte, Mocha, Chocolate mexicano”. ¿De cuál quieres? Me preguntó.  Mocha, le dije. Me preparó el café y empecé a tomarlo. 

- No está tan mal, le dije. Es café instantáneo con sabores.
- Créeme, me contestó. Es un fraude.

No tiene cafeína.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores